miércoles, 29 de mayo de 2013

   Qué es la CPK?
Creatin-Kinasa (CK) o Creatin-Fosfokinasa (CPK)
La Creatin Kinasa (CK), también conocida como Creatin FosfoKinasa (CPK) es una enzima[1], presente en varios tipos de tejido muscular.
Su función es la catálisis[2] de Fosfocreatina[3] o CP, para facilitar que en el músculo se libere la energía que éste requiere para su contracción.
2.     ¿Cuáles son las clases CPK que existen?
Se distinguen tres tipos o isoenzimas de la CPK:

CPK-1 ó CPK-BB, presente en el tejido cerebral y pulmón

CPK-2 ó CPK-MB, de origen cardiaco

CPK-3 ó CPK-MM, de origen músculo esquelético
http://www.postpoliomexico.org/CPK/dib3.gif


3.     ¿Qué función cumple la CPK en el organismo humano?
En el organismo humano existen básicamente dos tipos de músculos; los lisos y los estriados. De éstos últimos, algunos cumplen una función esencial para la vida, controlada directamente por el sistema nervioso autónomo, mientras que otros dependen única y exclusivamente de nuestra voluntad. El caso típico de estos lo constituyen aquellos que pertenecen a nuestro sistema músculo-esquelético, como los que nos permiten mover los brazos o las piernas.

El movimiento de cualquier parte del cuerpo tiene lugar gracias al trabajo de los músculos, el cualconsiste en un proceso de contracción y relajación, como el ilustrado en la Figura 1, en la cual se observa cómo el bíceps se acorta al levantar el brazo (contracción) y se alarga al bajarlo (relajación).

Como el realizado por cualquier máquina, el proceso de contracción y relajación muscular, que podría describirse como “trabajo-descanso”, requiere de dos elementos esenciales que son, la energía y un mecanismo de control.

Dicho mecanismo de control lo constituyen los impulsos nerviosos que provienen desde el cerebro, y que llegan a los músculos a través de las terminaciones nerviosas que conectan con éstos.

Por su parte, la energía requerida para la realización del proceso se genera en un proceso bioquímico en el que interviene precisamente la CPK.


¿Qué causas pueden hacer que se eleve el nivel de la CPK?
Los niveles aumentados de CPK-1 o BB en la sangre pueden indicar:
Cáncer de cerebro
Infarto cerebral
Infarto pulmonar
También puede elevarse después de:
Tratamientos de electroconvulsión
Hemorragias subaracnoidea
Convulsiones 

 Los niveles aumentados de CPK-2 o MB en la sangre pueden indicar:
Arritmias ventriculares
Isquemia o infarto cardiaco

También puede elevarse después de alguna:
Electrocución
Tratamiento de desfibrilación cardiaca
Intervención de corazón

La CPK-3 o MM es la isoenzima más abundante en la medida total de la CPK en personas sanas, si se eleva se debe a lesiones del músculo esquelético o por ejercicio físico muy intenso.

Los niveles aumentados de CPK-3 o MM en la sangre pueden indicar:
Distrofia muscular 
Convulsiones
Miositis 
Rabdomiolisis 
También puede elevarse después de:
Una electromiografía
Una cirugía
Ejercicio intenso
Traumatismos musculares
Inyecciones intramusculares múltiples

Aunque las fuentes consultadas no las consideran, pero ya que las fasciculaciones no son otra cosa que contracciones musculares, no sonará descocado agregarlas en la lista de posibles razones de un elevado nivel de CPK MM, tal vez al lado de "Ejercicio intenso".

Finalmente, y en relación con la CPK, en general, también es importante señalar que algunos medicamentos (estatinas, por ejemplo) pueden elevar sus cifras en sangre.

valores normales:

•Valores normales: < 160U/ml en varones y <130U/ml en mujeres
•Aumento importante: Infarto de miocardio (isoenzima CPK-1)
•Aumento moderado: miopatías, distrofia muscular, accidente cerebro-vascular

Creatina fosfoquinasa MB


La creatina quinasa MB (o CPK 2) es una enzima que se encuentra exclusivamente en el tejido cardiaco y pertenece a la familia de las creatina quinasas, las cuales se caracterizan por catalizar la fosforilacion de la creatina para producir fosfocreatina

Por ser una isoenzima de las creatinas, la CPK2 es un dimero conformado por dos subunidades asociadas: una subunidad B (celulas nerviosas) y una subunidad M (musculo)

Niveles normales en el cuerpo humano 

Los niveles normales de creatina fosfo quinasa MB en el cuerpo no deben superar el margen del 6% del total de creatinas fosfo quinasas en el cuerpo. Su valor oscila entre los: 10-50 Ul/L a 30°C y puede variar de acuerdo al método que se emplee para su medición

La CPK 2 es considerada una enzima cardíaca y permite la identificación de una lesión en las fibras del miocardio.

Los valores de la CPK2 en el cuerpo se pueden determinar a través de una prueba conocida con el nombre de "Creatina Quinasa", que se realiza a partir deuna muestra de sangre y no requiere preparación previa

Infarto de Miocardio 

Cuando los pacientes presentan síntomas tales como: dolor en el lado izquierdo del cuerpo y en el pecho, dificultad para respirar, nauseas,entre otros, se hace necesario revisar los niveles de la creatina fosfo quinasa MB puesto que estos aumentan cuando un infarto de miocardio sucede. Los valores se elevan 3 a 6 horas después de la aparición de los síntomas, alcanzan un máximo nivel a las 24 horas y regresan a la normalidad luego de 72 a 96 horas del suceso

Un infarto de miocardio tambien esta acompañado por un aumento en la LDH (Lacto Deshidrogenasa)y las transaminasas.
Cabe aclarar que si la CPK2 permance negativa por un tiempo igual o mayor a 48 horas después del episodio, la patología no se relaciona con un infarto de miocardio

Consideraciones

Las personas con alta masa muscular, de raza negra o que realizan ejercicio severo pueden tener sus niveles de CK total aumentado




domingo, 26 de mayo de 2013

PRUEBAS DE FUNCIÓN HEPATICA

Qué es

Los análisis de la función hepática son un grupo de pruebas que se utilizan para evaluar lesiones, infecciones y inflamación del hígado. 

El hígado cumple funciones importantes: almacena la energía proveniente de los alimentos, produce proteínas y ayuda a eliminar toxinas. El hígado también fabrica la bilis, un líquido que ayuda a hacer la digestión.

Por qué se realiza

Los análisis de la función hepática ayudan a los médicos a determinar si el hígado está lesionado.

Existen dos grupos generales de enzimas hepáticas. El primer grupo incluye las enzimas transaminasas: alaninoaminotransferasa (ALT) y la aspartatoaminotransferasa (AST). Estas son enzimas indicadoras de daño celular hepático. El segundo grupo incluye ciertas enzimas hepáticas, como la fosfatasa alcalina (ALKP) y la gammaglutamiltranspeptidasa (GGT) las cuales indicarían obstrucción del sistema biliar, ya sea en el hígado o en los canales biliares mayores que se encuentran fuera de este órgano.

Transaminasas: Las transaminasas son enzimas intracelulares hepáticas que se difunden hacia la circulación sanguínea cuando existe daño en la célula hepática. Su elevación podría indicar necrosis celular. La aspartatoaminotransferasa (AST)  se localiza en la mitocondria y en el citoplasma del hepatocito y en otros tejidos (corazón y músculo), mientras que la alaninoaminotransferasa (ALT) con vida media mas corta, es solo citoplásmica, siendo un indicador más sensible y específico de daño hepatocelular. Además se cree que la ALT es un indicador más específico de inflamación hepática, mientras que la AST puede aparecer elevada en enfermedades de otros órganos, como el corazón o el músculo. En caso de un daño severo en el hígado, como ocurre en la hepatitis viral aguda, la ALT y la AST pueden estar elevadas desde niveles en las centenas altas hasta más de 1,000 U/L. En la hepatitis viral aguda o en la cirrosis, el aumento de estas enzimas puede ser mínimo (menos de 2-3 veces de lo normal) o moderado. Aumentos leves o moderados de la ALT o la AST son no-específicos y pueden estar causados por una extensa gama de enfermedades hepáticas. La ALT y la AST son a menudo usadas para valorar el avance de la hepatitis crónica, y la respuesta al tratamiento con corticosteroides e interferón.

Fosfatasa alcalina (ALKP) y gammaglutamiltranspeptidasa(GGT): La fosfatasa alcalina y la GGT, también forman parte del estudio enzimático y en muchos casos son marcadores de colestasis. La GGT es una enzima de origen microsomal hepatobiliar y la fosfatasa alcalina hepática se encuentra tanto en la parte canalicular como luminal del epitelio de los conductos biliares y debido a que el aumento en sus niveles es consecuencia de su mayor síntesis y consiguiente liberación a la circulación, pueden no observarse hasta uno o dos días después de la obstrucción biliar. 

La fosfatasa alcalina puede hallarse también en otros órganos, como hueso, riñón, placenta, intestino y leucocitos. Por esta razón, la GGT se utiliza como una prueba suplementaria para asegurarse de que el incremento en la fosfatasa alcalina verdaderamente proviene del sistema biliar o del hígado. Su incremento puede ser fisiológico también fisiológico, aunque el mecanismo fisiológico aún no esta aclarado, pero parece ser que la producción de ALKP aumenta en los tejidos bajo estimulación metabólica. Se observan elevaciones fisiológicas en el primer trimestre del embarazo debido al flujo de ALKP placentaria y en los adolescentes (2 veces más que en los adultos) debido a la ALKP ósea que ingresa en la circulación por el crecimiento. Entre las causas patológicas se encuentran: obstrucción de conductos biliares, cirrosis biliar primaria, colangitis esclerosante primaria, colestasis provocada por drogas como esteroides anabólicos, ductopenia biliar del adulto, enfermedad hepática metastática y patología ósea. También puede estar elevada en neoplasias sin compromiso hepático u óseo como el cáncer pulmonar.

En contraste con la fosfatasa alcalina, la GGT no aparece incrementada en la enfermedad del hueso, placenta o intestino. Un incremento leve o moderado de la GGT en presencia de niveles normales de la alcalina fosfatasa es difícil de interpretar, y en muchos casos es causado por cambios en las enzimas de las células hepáticas inducidos por el alcohol o los medicamentos, pero sin que exista daño hepático.


Otras pruebas de evaluación hepática

Bilirrubina: La bilirrubina es el principal pigmento de la bilis en los humanos que cuando aumenta provoca una coloración amarillenta en la piel y los ojos llamada ictericia. Se produce como resultado de la lisis de los glóbulos rojos (específicamente del componente hemo) dentro del sistema reticuloendotelial. Las personas normalmente presentan una pequeña cantidad de bilirrubina circulando en sangre (menos de 1.1 mg/dL) y se encuentra normalmente en la forma no conjugada, lo que refleja un equilibrio entre la producción y la excreción hepatobiliar. Algunos trastornos, como la enfermedad hepática o la destrucción de los glóbulos rojos, ocasionan un incremento de la misma en la sangre. Niveles mayores de 3 mg/dL se pueden manifestar como ictericia. La bilirrubina puede aparecer incrementada en muchos tipos de enfermedad hepática o del tracto biliar, y también por razones no-específicas. La hiperbilirrubinemia conjugada (bilirrubina directa > 50% de la bilirrubina total ocurre en los defectos hereditarios o adquiridos de la excreción hepática, como los síndromes de Dubin-Johnson o de Rotor. Su incremento tiene significado pronóstico en la hepatitis alcohólica, cirrosis biliar primaria e insuficiencia hepática aguda. Sin embargo, su aumento desproporcionado tiene un limitado valor diagnóstico. En el caso de la hiperbilirrubinemia no conjugada (bilirrubina indirecta > 85% de la bilirrubina total) esta aparece cuando hay aumento en la producción de bilirrubina como sucede en la hemólisis, eritropoyesis inefectiva, transfusiones de sangre, reabsorción de hematomas y raramente en las lesiones musculares; disminuciones en la captación hepática (síndrome de Gilbert o drogas como rifampicina); en la conjugación (síndromes de Gilbert y de Criggler-Najjar e ictericia fisiológica del recién nacido).

La seroalbúmina y el tiempo de protombina (TP) son otras pruebas comúnmente utilizadas como indicadores de la función hepática. La albúmina es una proteína importante que es producida en el hígado. La concentración de albúmina en sangre depende de numerosos factores como lo son el estado nutricional, catabolismo, factores hormonales y pérdidas urinarias o gastrointestinales, que deben tenerse en cuenta cuando se interpretan los resultados. Una enfermedad hepática crónica ocasiona una disminución en la cantidad de albúmina producida. Por lo tanto, en casos más avanzados de enfermedad hepática, el nivel de seroalbúmina disminuye (menos de 3.5 mg/dL).

El tiempo de protrombina mide la tasa de conversión de protrombina en trombina (requiere los factores II, V, VII y X) y refleja por lo tanto la capacidad de síntesis hepática. La vitamina K es necesaria para la gammacarboxilación de los factores mencionados. Los factores de coagulación sanguínea son proteínas producidas por el hígado, así que cuando el hígado tiene daño severo estas proteínas no son producidas normalmente, siendo el tiempo de protrombina un indicador útil de la función hepática, ya que existe una buena correlación entre las anormalidades en la coagulación medidas por el tiempo de protrombina y el grado de disfunción hepática. En las enfermedades hepáticas crónicas no colestásicas, por lo general el tiempo de protrombina no es alto hasta que se presentan cirrosis y daño hepático considerable. En la enfermedad hepática colestásica los pacientes tienen una capacidad reducida de absorción de la vitamina K. Esta deficiencia de vitamina K puede llevar a un tiempo de protrombina prolongado. En enfermedades hepáticas agudas, el tiempo de protrombina puede prolongarse y volver a la normalidad a medida que el paciente se recupera.

 Pruebas específicas y especializadas: Estas pruebas podrían utilizarse para hacer un diagnóstico preciso de la causa de una enfermedad hepática, entre estas:

Ferritina: Es la proteína que permite el almacenamiento del hierro en los tejidos. Valores superiores a los normales suelen indicar un aumento del depósito corporal de hierro, como sucede en las hemocromatosis primarias y secundarias, aunque también pueden observarse en casos de necrosis hepatocelulares (hepatitis) por liberación del hierro de los hepatocitos y en enfermedades inflamatorias (artritis reumatoidea), hipertiroidismo, enfermedad de Gaucher o el síndrome de cataratas con hiperferritinemia congénita. Los valores inferiores son indicación de anemia ferropénica.

Cobre en sangre:  El cobre es un micronutriente esencial para la vida, que es almacenado principalmente en el hígado. Su consumo es necesario para el correcto funcionamiento de algunas enzimas que intervienen en procesos tan importantes como el crecimiento, transporte del hierro en el flujo sanguíneo, fortalecimiento de huesos, metabolismo de la glucosa así como del colesterol, desarrollo del cerebro y necesario para el funcionamiento del corazón, hígado, los nervios y del sistema inmunológico. En la enfermedad de Wilson existe una acumulación de cobre en el hígado.

Cobre en orina:  En la enfermedad de Wilson hay una secreción excesiva de cobre en la orina.

Ceruloplasmina: Es una proteína fijadora de cobre sintetizada por el hígado y secretada a la circulación, de función desconocida. Su concentración plasmática está disminuida en el 90% de los pacientes con enfermedad de Wilson y en aproximadamente la mitad de los individuos heterozigotos para esta enfermedad. También está disminuida en los pacientes con enfermedad hepática grave de cualquier etiología como expresión del déficit de síntesis hepatocelular. Aumenta, en cambio, en las colestasis crónicas, debido a la disminución de la excreción biliar de cobre y a la mayor síntesis de esta proteína a partir del cobre hepatocitario y como reactante de fase aguda

Determinación de alfa-1 antitripsina: Niveles reducidos en sangre de alfa-1 antitripsina podrían indicar la presencia de una enfermedad pulmonar y/o hepática en niños o adultos con deficiencia de alfa-1 antitripsina.

Anticuerpos antimitocondriales: Una prueba positiva de anticuerpos antimitocondriales es indicativo de una condición subyacente de cirrosis biliar primaria. Incrementos marcados de seroglobulina, otra proteína en la sangre, y la presencia de anticuerpos antinucleares o anticuerpos antimúsculo liso son claves para el diagnóstico de la hepatitis autoinmune.

Determinación de marcadores de hepatitis: Permiten un diagnóstico preciso para la hepatitis A, B, C y D.


Valores de referencia:

ALBUMINA  El rango normal es de 3,4 a 5,4 g/dl

FOSFATASA ALCALINA El rango normal es de 44 a 147 UI/L.

AMINOTRANSFERASA ASPARTATO El rango normal es de 10 a 34 UI/L.

BILIRRUBINA Bilirrubina directa: 0 a 0,3 mg/dl Bilirrubina indirecta: 0,3 a 1,9 mg/dl

GAMMAGLUTAMILTRANSFERASA El rango normal es de 0 a 51 UI/L.

DEHIDROGENASA LÁCTICA (DHL) 105 a 333 UI/L.


Referencias Bibliograficas:


Pruebas de la función renal - [Kidney Disease: Kidney Function Tests]

A la capacidad de operación de los riñones se le llama función renal. La enfermedad renal crónica puede no provocar síntomas hasta que la función renal ha descendido a un nivel muy bajo. Las pruebas son vitales para ayudarle a su médico a saber:
• Si la enfermedad renal se ha desarrollado repentinamente o como un proceso a largo plazo.
• Qué está causando el daño a los riñones.
• El mejor tipo de tratamiento.
• La eficacia del tratamiento.                        

Pruebas para supervisar la función
renal

Los análisis de orina miden la cantidad de proteína en la orina. Normalmente hay poca o ninguna proteína en la orina. La enfermedad renal puede provocar un aumento de proteínas en la orina. Los análisis de orina que puede hacerse incluyen:
• Urinálisis (UA).
• Análisis rápidos de orina o al azar para detectar proteínas totales o microalbúmina,
un tipo de proteína.
• Análisis de orina de 24 horas. Este análisis implica la recolección de toda la orina
durante 24 horas. Esta prueba se hace con menos frecuencia que en el pasado.
Los análisis de sangre pueden medir los cambios en los niveles de sustancias en el torrente sanguíneo. Los resultados de estas pruebas pueden ayudar al médico a estimar la eficacia con la que están trabajando sus riñones.
Una prueba de creatinina mide el nivel de residuos en la sangre de un producto llamado creatinina. A medida que la enfermedad renal empeora, el nivel de creatinina en la sangre se eleva. Es posible que su médico o el laboratorio utilice los resultados de la prueba de creatinina para estimar su tasa de filtración glomerular (GFR, por sus siglas en inglés). La GFR le ayuda al médico a juzgar lo que le queda de la función
renal. La fase de su enfermedad renal se basa en su GFR.
También puede hacerse otros análisis de sangre para revisar el nivel de azúcar en la sangre en ayunas, la hormona paratiroidea (PTH, por sus siglas en inglés), el nitrógeno ureico en sangre (BUN, por sus siglas en inglés) y los electrolitos.


Toma de muestras

  • La correcta toma de muestra de orina de 24 horas debe realizarse desechando la primera micción de las 8:00 horas, recogiendo todas las micciones durante las 24 horas siguientes en un recipiente adecuado, hasta la micción de las 8:00 horas del día siguiente incluida.
  • La muestra de orina para el estudio del sedimento debe ser la fracción media de una micción, recogida en un recipiente estéril.
Los recipientes necesarios para la recogida de muestras de orina pueden ser suministrados por el centro hospitalario, o en su defecto, adquiridos en una farmacia.

Pruebas de función renal

  1. Creatinina: La creatinina es una sustancia de origen muscular constituida por tres aminoácidos. La cantidad de creatinina que aparece en la sangre de un individuo depende de su masa muscular, por tanto, esta concentración será constante para cada individuo si no varía su masa muscular (Valores de referencia: mujeres: 0.4-1.3 mg/dL; hombres: 0.5-1.2 mg/dL). La creatinina sufre filtración glomerular pero no se reabsorbe y su secreción tubular es mínima. Según esto, el aumento de creatinina en sangre indicaría un gran recambio muscular bien patológico, porque el músculo se está "rompiendo", o bien fisiológico, si el individuo presenta una gran masa muscular, como en el caso de deportistas. Por otro lado, el aumento de creatinina en sangre puede ser debido a una mala filtración glomerular. Esto se valora con la determinación de creatinina en orina de 24 horas, estableciendo la relación existente entre ésta y la concentración de creatinina en sangre. Este parámetro se denomina Aclaramiento de Creatinina. Sus unidades son ml/min. y valora la filtración glomerular. El valor normal del aclaramiento de creatinina está comprendido entre 100-130 ml/min. Su disminución indica que el glomérulo está filtrando menos de lo debido mientras que su elevación indicaría una filtración anormalmente elevada.
  2. Urea: Es la forma no tóxica del amoníaco que se genera en el organismo a partir de la degradación de proteínas, que provienen tanto de la dieta como del recambio fisiológico. Debido a su pequeño tamaño, presenta una reabsorción y secreción variable en el túbulo renal acompañando al agua. Los valores normalmente observados en sangre para un individuo en ayunas son: 0.1-0.5 g/L. La retención de urea en sangre refleja el mal funcionamiento renal globalmente, aunque se ve afectado por la dieta rica en proteínas, por el funcionamiento hepático y por estados catabólicos. Además, en el túbulo, la urea acompaña al agua, de modo que, si la diuresis esta elevada, la excreción de agua es mayor y por tanto se eliminará urea. Por el contrario, si el sujeto presenta una diuresis baja (deshidratación, hemorragia, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, etc.) aumentará la reabsorción, y por tanto la concentración de urea en sangre.
  3. Electrolitos: Los electrolitos son iones libres que existen en los líquidos corporales. Los principales en líquido extracelular son: Sodio (Na), Potasio (K), Cloro (Cl) y Bicarbonato (HCO3-). Todos los procesos metabólicos del organismo afectan de alguna manera a la concentración de electrolitos en sangre y orina. Su concentración (mmol/l) es determinante para la osmolaridad, el estado de hidratación y el pH de los líquidos corporales. A lo largo de la nefrona los electrolitos son reabsorbidos o secretados según sea necesario para regular su concentración sanguínea y para regular tanto la carga osmótica como el pH de la orina. La existencia de una patología renal se reflejará en el desequilibrio de la concentración de estas sustancias tanto en sangre como en orina de 24 horas. La interpretación de estas determinaciones es compleja ya que numerosas patologías, distintas a la renal, alteran su concentración. Junto a otras pruebas como el aclaramiento de creatinina, la determinación de urea sanguínea y urinaria, la determinación de Calcio (Ca) y Fósforo (PO4H3-) en sangre y orina, etc., representan una buena aproximación de la función renal.
  4. Tiras reactivas y Sedimento Urinario: Este es uno de los análisis más inespecíficos y sensibles para detectar cualquier tipo de alteración renal. La primera parte de la prueba consiste en detectar, mediante tiras reactivas, la presencia de sustancias que en situación normal no estarían presentes. También informa de la densidad y el pH de la orina. Posteriormente, se procede a la observación al microscopio de la muestra de orina concentrada 10 veces, para informar la presencia de materiales insolubles o elementos formes que se han acumulado en la orina durante la filtración glomerular y el tránsito del líquido por los túbulos renales y del tracto urinario inferior.
  5. Proteínas en Orina: Normalmente no aparecen en orina salvo en determinadas circunstancias como en el embarazo, tras hacer deporte, después de haber estado mucho tiempo de pie, etc. No obstante, hay causas patológicas que se manifiestan con proteinuria (proteínas en orina). El estudio de laboratorio de la proteinuria comienza con la determinación de la concentración de proteínas totales en orina. Si se detecta su presencia hay que descartar que se deba a una patología no renal que implique un aumento de producción, como en mielomas, fiebre, procesos inflamatorios, quemaduras, etc. Una vez descartadas estas posibilidades, la causa será renal. En este caso, la proteinuria puede deberse a una alteración del glomérulo que permite que las proteínas filtren y/o a una alteración del túbulo, que no las reabsorbe.
  • Proteinuria Glomerular: Para estudiarla, se determina una proteína de un tamaño límite para la filtración, por ejemplo albúmina, y otra proteína de gran tamaño que en condiciones normales no filtra como por ejemplo las inmunoglobulinas. Si estas proteínas aparecen en orina, indican una lesión glomerular.
  • Proteinuria Tubular: Para estudiarla, se determina una proteína que filtra en el glomérulo pero es reabsorbida totalmente en el túbulo, con lo que no debería aparecer en la orina. Se determinan proteínas pequeñas como por ejemplo la proteína transportadora de retinol, a1-microglobulina, b2-microglobulina, etc. Si aparecen en orina se debe a que el túbulo no está reabsorbiendo correctamente.
  • Proteinuria Mixta: Aparecen todo tipo de proteínas en orina porque se encuentran dañados tanto el glomérulo como el túbulo de las nefronas. Todos los parámetros anteriormente descritos indicarán que existe un daño renal.

Valores normales:

Creatinina

 
Normales
 Mujeres0,7-1,2  mg/dl (61,8 – 106,8 mmol/L)
Hombres
0,8-1,5 mg/dl (70,72 – 132,6 mmol/L)

Nitrógeno ureico (Urea)

Valores séricos normales:    

Como Nitrógeno Ureico:

5-20  mg/dl  (0,8 – 3,3 mmol/L)

Como Urea Total:

10-40  mg/dl  (1,7 – 6,7 mmol/L)

Ácido Úrico

Valores normales:

Mujeres: 2,5 – 7,5 mg/dl (142 -339 mmol/L)
Hombres: 3,5 – 8,5  mg/dl  (202 - 416 mmol/L)



Referencias bibliograficas:


PERFIL DE LIPIDOS.

perfil de lipidos:
El perfil lipídico permite verificar los niveles de lípidos en la sangre, que pueden indicar el riesgo de una persona de padecer enfermedades cardíacas o arterosclerosis (el endurecimiento, estrechamiento o bloqueo de las arterias). 
Este estudio mide los niveles de las siguientes sustancias:

1) Colesterol:

  • Se trata de sustancia grasa o lípido presente en todas las células del cuerpo. Se obtiene por vía endógena o exógena.
  • El hígado elabora la mayor parte del colesterol necesario para formar las membranas celulares y producir ciertas hormonas (vía endógena).
  • Cuando ingerimos alimentos de origen animal, como carne, huevos y productos lácteos, introducimos colesterol adicional al organismo (vía exógena).

2) Lipoproteína de alta densidad (HDL):

  • Las partículas de HDL transportan el colesterol de las células nuevamente al hígado, donde puede ser eliminado por el organismo.
  • El colesterol HDL se denomina “colesterol bueno” porque se cree que los niveles elevados de esta sustancia reducen el riesgo cardiovascular.
  • Las personas con deficiencia de HDL tienen mayor riesgo cardiovascular, incluso si su colesterol total es inferior a la cifra considerada como ideal (200 mg/dl).
  • El déficit de HDL es consecuencia de una vida sedentaria (poca o nula actividad física) o de ciertas enfermedades, como diabetes tipo 2 (alta concentración de sangre ante la incapacidad del organismo para utilizarla).
  • En general, los hombres tienen concentraciones inferiores de esta sustancia respecto a las mujeres, ya que el estrógeno (hormona femenina) aumenta el de HDL. Cabe aclarar que cuando ellas dejan de menstruar (menopausia), sus niveles de este lípido pueden disminuir.

3) Lipoproteína de baja densidad (LDL):

  • El colesterol LDL se conoce como “colesterol malo” porque se cree que los niveles elevados contribuyen a la enfermedad cardiovascular. Un exceso de esta en la sangre propicia acumulación de grasa (denominada placa) en las paredes de las arterias, la cual inicia el proceso de la enfermedad aterosclerótica.
  • Si se acumula placa en las arterias que irrigan el corazón, el riesgo de sufrir ataque cardíaco se incrementa. Los niveles de LDL pueden ser elevados en personas con escasa actividad física y cuya alimentación es rica en grasas saturadas, colesterol y/o carbohidratos.
  • En ocasiones el hipotiroidismo (función disminuida de la glándula tiroides, localizada en el cuello) puede elevar la concentración de LDL.

4) Triglicéridos:

  • Los triglicéridos son grasas que suministran energía a los músculos. Al igual que el colesterol, son transportados a las células del organismo por las lipoproteínas de la sangre.
  • Una alimentación alta en grasas saturadas o hidratos de carbono puede elevar los niveles de triglicéridos, los cuales pueden aumentar por sí mismos el riesgo cardiovascular, pero no todos los científicos concuerdan en ello.
  • Alto porcentaje de personas con concentraciones elevadas de triglicéridos son obesos o tienen déficit de colesterol HDL, además de que sufren presión arterial anormal (hipertensión) o diabetes, todos ellos factores de riesgo cardiovascular. Los niveles máximos de triglicéridos (más de 1,000 mg/dl) pueden producir dolor abdominal y enfermedad potencialmente mortal del páncreas (pancreatitis).

5) Colesterol total:

  • El colesterol total en sangre es la suma del colesterol transportado en las partículas de LDL, HDL y otras lipoproteínas.





  • La persona que se somete a este examen debe ayunar entre 10 y 12 horas antes del análisis; el único líquido que puede consumir es agua simple.
    Si se miden los niveles de colesterol a partir de muestra de sangre no tomada en ayunas, sólo será posible calcular el colesterol total y el HDL. Si los resultados indican colesterol total elevado o colesterol HDL bajo, o si el paciente tiene otros factores de riesgo cardiovascular, es muy probable que el médico solicite perfil lipoproteico completo.
  • Antes de someterse a análisis de colesterol, el enfermo debe mantener su peso habitual y no alterar su actividad física ni cambiar su alimentación regular.



valores de referencia:

Colesterol total
Cantidad (en miligramos por decilitro o mg/dl)
Se considera
Menos de 200
Deseable
200-239
Limítrofe
240 o más
Alto
Colesterol LDL
Cantidad (en miligramos por decilitro o mg/dl)
Se considera
Menos de 100
Deseable
100-129
Casi óptimo/ superior al óptimo
130-159
Limítrofe
160-189
Alto
190 o más
Muy alto
Colesterol HDL
Cantidad (en miligramos por decilitro o mg/dl)
Se considera
Menos de 39
Bajo
40 o más
Deseable
Triglicéridos
Cantidad (en miligramos por decilitro o mg/dl)
Se considera
Menos de 150
Normal
150-199
Limítrofe
200-499
Alto
500 o más
Muy alto

Bibliografia:



sábado, 25 de mayo de 2013

GLUCOSA.

La glucosa es un monosacárido con fórmula molecular C6H12O6. Es una hexosa, es decir, contiene 6 átomos de carbono, y es unaaldosa, esto es, el grupo carbonilo está en el extremo de la molécula (es un grupo aldehído). Es una forma de azúcar que se encuentra libre en las frutas y en la miel. Su rendimiento energético es de 3,75 kilocalorías por cada gramo en condiciones estándar
La glucosa, libre o combinada, es el compuesto orgánico más abundante de la naturaleza. Es la fuente primaria de síntesis de energía de las células, mediante su oxidación catabólica, y es el componente principal de polímeros de importancia estructural como la celulosa y de polímeros de almacenamiento energético como el almidón y el glucógeno

La concentración de glucosa en sangre es la cantidad de glucosa que contiene la sangre. La glucosa es un azúcar procedente de los alimentos que ingerimos, y también se forma y almacena dentro del cuerpo. Es la principal fuente de energía de las células del cuerpo, y se transporta a todas las células a través del torrente sanguíneo. 

La hiperglucemia es el término médico que se emplea para referirse a las concentraciones de azúcar en sangre demasiado altas. La hiperglucemia ocurre cuando el cuerpo o no pude fabricar insulina (diabetes tipo 1) o bien no reacciona adecuadamente a la insulina (diabetes tipo 2). El cuerpo necesita insulina para que la glucosa contenida en la sangre pueda entrar en las células del cuerpo, donde se utiliza como fuente de energía. En las personas que han desarrollado diabetes, la glucosa se acumula en la sangre, provocando hiperglucemia.
Tener demasiado azúcar en sangre durante largos periodos de tiempo puede provocar graves problemas de salud si no se trata. La hiperglucemia puede lesionar los vasos sanguíneos que llevan sangre a órganos vitales, lo que puede incrementar el riesgo de cardiopatías, apoplejía, enfermedades renales, problemas visuales y problemas neurológicos en las personas con diabetes. Estos problemas no se suelen dar en los niños o adolescentes, cuya diabetes tiene pocos años de evolución. No obstante, estos problemas de salud pueden aparecer durante la etapa adulta en algunas personas con diabetes, sobre todo si estas no se han tratado o controlado la diabetes adecuadamente.
Signos y síntomas de la hiperglucemia
Los signos de la hiperglucemia incluyen:
1.      orinar mucho: los riñones responden a una concentración alta de glucosa en sangre excretando la glucosa sobrante a través de la orina. Las personas con diabetes necesitan orinar más a menudo y en mayores cantidades.
2.      beber mucho: debido a que la persona está perdiendo mucho líquido a través de la orina, tienen mucha sed.
3.      perder peso a pesar de no haber perdido el apetito: si no hay suficiente insulina para ayudar al organismo a utilizar la glucosa, este tendrá que descomponer el músculo y la grasa almacenada en un intento de proporcionar combustible a las células hambrientas.
4.      estar cansado: puesto que el cuerpo no puede utilizar adecuadamente la glucosa como combustible, uno puede sentirse inusualmente cansado.


cuando el nivel de azúcar en la sangre (glucosa) está demasiado bajo se produce una hipoglucemia. El azúcar en la sangre por debajo de 70 mg/dL se considera bajo. El azúcar sanguíneo a este nivel o por debajo puede causarle daño.
La hipoglucemia ocurre cuando:

  • El azúcar (glucosa) del cuerpo se agota con demasiada rapidez.
  • La glucosa es liberada en el torrente sanguíneo con demasiada lentitud.
  • Se libera demasiada insulina en el torrente sanguíneo.
  • Consumo de alcohol
  • Insulinoma, un raro tumor del páncreas, que produce demasiada insulina
  • Falta o deficiencia de una hormona, como cortisol u hormona tiroidea
  • Insuficiencia cardíaca, renal o hepática grave o infección generalizada
  • Algunos tipos de cirugía para bajar de peso
Síntomas
  • Latidos cardíacos rápidos o fuertes
  • Sentirse irritable o actuar agresivo
  • Sentirse nervioso
  • Dolor de cabeza
  • Dificultad para dormir
  • Sudoración
  • Hormigueo o entumecimiento de la piel
  • Cansancio o debilidad
  • Sueño intranquilo
  • Pensamiento confuso


La insulina es una hormona que reduce el azúcar en la sangre y es producida por el páncreas en respuesta al aumento de los niveles de glucosa sanguínea.
El azúcar bajo en la sangre se observa más comúnmente en personas con diabetes que toman insulina u otros medicamentos para controlarla. 
Los bebés que nacen de madres con diabetes pueden tener caídas drásticas del nivel de azúcar en la sangre.
La hipoglucemia en personas que no tienen diabetes puede ser causada por:
Los síntomas que usted puede tener cuando el azúcar en la sangre baja demasiado abarcan:
Algunas veces, el azúcar en la sangre puede estar demasiado bajo aunque usted no tenga síntomas.

Metabolismo de la Glucosa o Glucolisis.

La glucólisis o glicolisis (del griego glycos, azúcar y lysis, ruptura), es la vía metabólica encargada de oxidar la glucosa con la finalidad de obtener energía para la célula. Consiste en 10 reacciones enzimáticas consecutivas que convierten a la glucosa en dos moléculas de piruvato, el cual es capaz de seguir otras vías metabólicas y así continuar entregando energía al organismo.

Prueba de tolerancia a la glucosa:
Son pruebas que miden la capacidad para metabolizar la glucosa. Las personas que padecen de diabetes mellitus tienen altos niveles de glucosa en la sangre y las pruebas de tolerancia a la glucosa son una de las herramientas para diagnosticarla, así como para el diagnóstico de alteración de la tolerancia glucosada y de hiperinsulinismo (elevación de los niveles de insulina).
Prueba de tolerancia a la glucosa oral
Es un método de laboratorio para verificar la forma como el cuerpo descompone (metaboliza) el azúcar. Cuando se suministra la glucosa por boca, la absorción desde el tracto gastrointestinal hacia la sangre continúa durante un lapso variable, que depende de la cantidad de glucosa suministrada. La máxima absorción de glucosa se estima en 0,8  g/kg de peso por hora. La tolerancia a la glucosa suministrada por vía oral, mide el balance entre la velocidad de pasaje de la glucosa al fluido extracelular y su separación por la asimilación celular y la excreción urinaria, si la hubiere.

Por tanto, la prueba puede influirse no sólo por aquellos factores vinculados con la utilización de la glucosa, sino también por los que influyen en  su absorción.

La prueba más común de tolerancia a la glucosa es la prueba de tolerancia a la glucosa oral (TGO). Usted no puede comer ni beber nada después de la media noche antes del examen. Para el examen, a usted se le solicita que ingera una carga oral de 75 g de glucosa. Se le toman muestras de sangre antes de hacer esto y de nuevo cada 30 a 60 minutos después de beber la solución. El examen demora hasta 3 horas.


La prueba de tolerancia a la glucosa intravenosa (PTGIV) rara vez se utiliza. En esta prueba, se inyecta la glucosa en una vena durante tres minutos. Los niveles de insulina en la sangre se miden antes de la inyección y de nuevo en los minutos uno y tres después de ésta, aunque el tiempo puede variar.

Asegúrese de comer normalmente durante algunos días antes del examen. No coma ni beba nada durante 8 a 10 horas antes del examen y tampoco durante éste.
Consúltele al médico si usted está usando medicamentos que puedan interferir con los resultados del examen. Con frecuencia se solicita la medición de los niveles de insulina (hormona producida por el páncreas que permite introducir la glucosa desde la sangre hasta las cada una de las células del cuerpo).
Algunas personas experimentan náuseas o sudoración después de tomar la glucosa para el examen.


Valores normales:
Para glucemia en ayunas un nivel entre 70 y 100 miligramos se considera normal.
Un nivel de 100 a 125 mg/dL significa que usted tiene una alteración de la glucosa en ayunas, un tipo de prediabetes. Esto incrementa el riesgo para la diabetes tipo 2.
Un nivel de 126 mg/dL o mayor casi siempre significa que usted tiene diabetes.
Los valores sanguíneos normales para una prueba de tolerancia a la glucosa oral con 75 gramos, utilizada para detectar diabetes tipo 2 en personas que no estén embarazadas:
Ayunas: 60 a 100 mg/dL
1 hora: menos de 200 mg/dL
2 horas: menos de 140 mg/dL




Referencias Bibliograficas
http://www.umm.edu/esp_ency/article/003466.htm#ixzz2UMNATjE4